Varios estudiosos nos demuestran que nuestro
músculo gris no está del todo ya amaestrado para todo, que aún le queda mucho
que ejercitar; es decir, nuestro cerebro tiene que recibir tratamientos
especiales pero que no son de costo alguno, con tan solo cambiar de rutinas
podríamos alcanzar mejores y fáciles resultados en el manejo de varias cosas.
Estas son las páginas que nos dilucidan todo en
cuanto a lo prodigioso que puede ser nuestro amigo íntimo, el cerebro.
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